viernes, 31 de agosto de 2012


La hermana Mary Ann Walsh, RSM, Director of Media Relations de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, publicó en el blog de la USCCB un decálogo de recomendaciones útiles para quienes desarrollan un trabajo de evangelización digital (evangelidigitalización, podríamos decir).
Por su interés ofrezco una traducción "libre" de la originalmente publicada en lengua inglesa (The Gospel and Social Media, 05.07.2012). Si se van a usar las redes sociales en proyectos de difusión de la fe conviene saber usarlos y seguir "sus reglas".

1. Traducir las enseñanzas de la Iglesia. Si sólo se «derraman» documentos o si únicamente se enumera on line una serie de ellos, no se está difundiendo el Evangelio; simplemente se ha creado un almacén de archivo electrónico. Una lluvia de documentos puede ayudar a alguien con su tesis doctoral, pero no nos ayudará a seguir el mandato de ir y haced discípulos a todas las naciones. Hay que traducir las enseñanzas de la Iglesia en lenguaje popular. El evangelizador es un traductor.

2. Evitar el lenguaje «de iglesia». Algunas expresiones crean barreras en la comunicación. «Intrínsecamente malo», por ejemplo, puede obtener una «A» en una boleta de teología, pero puede merecer una «F» en el discurso humano. ¿Qué mensaje se lleva a casa: «el aborto es malo porque extingue la vida de un inocente» o «el aborto es intrínsecamente malo»? Uno le dice lo que realmente sucedió, el otro no. Un segundo ejemplo del lenguaje «de iglesia» es la palabra "presbiterio", que pone de relieve la distancia entre los sacerdotes y el pueblo. Hay más calor al hablar de "nuestros sacerdotes".

3. Use imágenes, como lo hizo Jesús. «El amor de Dios es un regalo de promoción, no se puede ganar, sólo tienes que aceptarlo». ¿Cómo expresaría eso? «¿El amor de Dios es infinito y tienen un valor inherente» o «Usted es más importante que los gorriones que sólo tienen que existir para que Dios les de comer?». La imagen da algo a que aferrarse, incluso si no te gustan los gusanos.

4. Comprender que los medios sociales son sociales. Es como ir a una fiesta. Usted no puede sentarse en un rincón y no conversar. Si usted desea hacer una declaración a la que nadie puede responder compre una valla publicitaria. Los medios sociales son conversación electrónica. Para participar en ella hay que que estar dispuesto a escuchar a los demás y conversar con ellos.

5. Los medios sociales a veces exigen una armadura. Su anonimato permite incivilidad en la sala de estar. Hay que llevar armadura emocional; maneje el desacuerdo, no lo tome como algo personal y aprenda de él. Los medios sociales no son para pieles finas.

6. Utilice el botón de eliminar comentarios si cruzan la línea de la decencia. A veces, por el propio bien, sólo hay que decir «hasta luego». No es necesario estar encarcelado en un sitio de redes sociales. Pero no hay que alejarse demasiado rápido.

7. Hable del catolicismo en clave de diversión. Hable acerca de los santos, como santa Teresa de Ávila, quien exasperada por pruebas de la vida, aconsejó a Dios: «Si esta es la forma en que tratas a tus amigos, ¡no es de extrañar que tengas tan pocos!». Hable de buenos sermones que ha escuchado. El catolicismo es cálido, está lleno de historias, de devociones significativas. Que lenguaje que debe ayudar para llegar al cielo no sea un infierno para los oyentes.

8. Recuerde que las reglas están cambiando. Me sentí extraño la primera vez que envió un mensaje de condolencia a través de Internet. Entonces me di cuenta de que mi amigo había anunciado la muerte de su padre en un mensaje de correo electrónico. Yo tampoco podía esperar hasta que tuviera tiempo para encontrar la papelería adecuada y enviar la nota. El Internet hace que simples gestos humanos sean más fáciles.

9. Recuerde que los mensajes web vivirán para siempre. La advertencia de no escribir nada que no quisiera ver en la primera plana del periódico es ahora más pertinente. Una foto donde se alza una cerveza parece una buena idea hasta que encuentra a alguien que está investigando en línea sobre su puesto de responsabilidad.

10. Sea corto. Los días de las frases de 75 palabras terminaron con el cardenal Newman. Frases tales como «Jesús lloró» dicen mucho. Por lo general menos es más.










Señor te pido me des:
energía para luchar,
grandeza de alma para amar.
nobleza para no ser indigno.

Rebeldía contra las malas pasiones,
sinceridad para no ser hipócrita,
ardor para vivir mi ideal cristiano,
dignidad para ser persona.

Perseverancia para estudiar con constancia,
alegría para saber vivir,
valor para confesar tu verdad,
espíritu de sacrificio para ser más fuerte.

Luz para conocer mis defectos,
entusiasmo para ser tu apóstol,
fortaleza para ser constante;
Aliento para perseverar en tu gracia,
valentía para dar testimonio de Vos,
amor para quererte con lealtad total.

Todo, Señor, aunque me duela,
porque te amo!  Amén.

Ya seas profesor, catequista, alumno o catecúmeno, te conviene marcar bien el rumbo del nuevo curso que comienza. Para marcar bien el rumbo hay que tener clara la meta a la que queremos llegar y los medios con los que contamos para hacerlo. Poner a punto todo antes de emprender el viaje es una obligación. Una vez preparados... a navegar.

1.- Que los errores del año pasado no te impidan avanzar en aquellos proyectos e ideales que te marcaste: aportará ilusión a tu trabajo.

2.- Vive con intensidad lo que haces. Cuando uno disfruta con lo que aprende o enseña, se nota. No pongas “el piloto automático”.

3.- Aprecia lo que realizas. No siempre solemos conseguir lo que pretendemos. Hay que caminar hacia adelante con lo que tenemos.

4.- Respeta a las personas que están delante de ti. Si eres profesor, llena de sabiduría a tus alumnos. Si eres alumno, valora el esfuerzo de los que intentan abrirte horizontes.

5.- Sé consciente de tus limitaciones. Con ello conseguirás dos cosas: la humildad y el que los demás te puedan ayudar.

6.- Encomienda a Dios tus afanes. El te dará la serenidad ante las dificultades, la sabiduría ante los retos, la constancia cuando te ronde la debilidad.

7.- Sé persistente en tu responsabilidad. Educar, ni ser educado, es fácil. En el día de mañana se agradecen dos cosas: las personas que se desgastaron por nosotros y los conocimientos adquiridos.

8.- Reflexiona sobre los frutos del pasado curso e, intenta, alcanzar aquellos objetivos que no fueron cumplidos.

9.- Muéstrate delicado en tus expresiones físicas y verbales. No por ser espontáneo ni duro, somos más personas ni más respetados. Todo lo contrario.

10.- Defiende tus ideales cristianos. Que se te vea contento de tu pertenencia a la iglesia de tu amistad con Cristo. Tendrás tu recompensa.

jueves, 30 de agosto de 2012



Ha sido en estos días objeto de burla y chanza, y trending topic en twitter. Ha dado de qué hablar a miles de personas, y ha traspasado los muros de un templo que hasta ahora muy pocos —además de sus feligreses— habían visitado. Se trata del rostro desfigurado del Ecce Homo de la iglesia de Borja (Zaragoza), que una anciana ha querido restaurar con buena intención y poco acierto, para escándalo de algunos y cachondeo de muchos, que rápidamente lo bautizaron como ecce mono en las redes sociales.

No quiero detenerme en valorar si el estropicio de la octogenaria Cecilia ha hecho mucho “daño artístico”, pues creo que el fresco tampoco tenía demasiado valor. Ni siquiera voy a pararme a criticar la desmesurada e irrespetuosa burla que se ha generado en internet hacia esta buena señora y hacia la imagen del Cristo, a raíz de la cual me imagino que más de uno habrá descubierto qué es un ecce homo (o tal vez no…). Personalmente este desgraciado y esperpéntico incidente me ha hecho pensar, sobre todo, en cómo desfiguramos el rostro de Cristo, con mucha frecuencia y sin darnos cuenta, o incluso a sabiendas… Podríamos tomar esta circunstancia como metáfora de nuestra —a veces mediocre— vida cristiana, y como llamada a restaurar la desfigurada imagen que damos de Cristo y su Evangelio.

Dice San Pablo que «todos nosotros, con la cara descubierta, reflejamos la gloria del Señor y nos vamos transformando en su imagen con resplandor creciente, por la acción del Espíritu del Señor» (2 Cor 3,18). Y aquí es donde uno se pregunta qué clase de gloria refleja nuestro rostro, a imagen de quién nos vamos transformando, qué cosas “dice” nuestra vida sobre Cristo, cómo desfiguramos el rostro de Cristo en nuestros hermanos. A mí me escandaliza y me cuestiona más esto que lo de la señora de Borja. La faena del Ecce Homo me la trae al fresco (permítanme la expresión, dado el contexto artístico), pero lo otro no. Porque nuestra vocación —la de cada cristiano y la de la Iglesia—es precisamente reflejar la luz de Jesús, mostrar que en este Hombre —Ecce Homo— encontramos la plenitud de nuestra humanidad.

Dios nos llama a ser la mejor versión de nosotros mismos, la mejor imagen de su Hijo, dejándonos transformar y restaurar por el Espíritu para que nuestras actitudes sean como las suyas. Y ayudar a las personas “desfiguradas” a restaurar el rostro de su dignidad, sin condenar ni estigmatizar a nadie. Como Jesús. Que bastantes cicatrices tiene ya la gente como para que les pongamos “cara de perro” y se marchen de nuestro lado peor de lo que venían. O peor: que les demos la espalda, indiferentes o con desprecio, en lugar de mirarles a los ojos, porque no son de los nuestros (Mc 9,38), o porque no tienen fe, o porque tienen “mala pinta”. O tal vez que pensemos con una sutil pincelada de egoísmo: “con el cuadro que tengo, ¡qué pinto yo ayudando a otros!”.

Vendría bien que dejáramos ya de escandalizarnos o burlarnos de la fallida restauración del Cristo de Borja. No sabemos si tiene arreglo o es irreversible. Los expertos en arte sabrán lo que hacer. Lo nuestro es ponernos manos a la obra, para que la cosa pinte bien, en nuestra vida y en la de los ecce homo que nos topamos cada día (que están más cerca de que lo que creemos o nos gustaría). Y para que, brillando nuestra luz, «los que vean nuestras obras den gloria al Padre que está en los cielos» (Mt 5,16).

Gracias Cecilia, por recordarnos que aún hay mucho rostro desfigurado a nuestro alrededor, y que nos queda mucho que “retocar” para reflejar el rostro de Cristo, para mostrar su imagen con nuestra vida.

Guzmán Pérez Montiel es salesiano y sacerdote, director de la revista FAST

Hablar de fe también es aprender a hablar de mí
mismo. Enseñame Señor a descubrir mi verdad.
Ayudame a entenderme. Y, en definitiva, ayudame a sentirme
amado. A veces siento que en esta cultura de tanta autoestima,
tanto miedo a decir que no, tanta exigencia y tanta competencia,
me encuentro con mucha inseguridad. Me escondo en mi escaparate
siempre dando la mejor cara.

Enseñame Señor a aprender a vivir la debilidad.
Ayudame a entender mi propia vida como historia (saliendo de la
abrumadora invasión del presente que pierde memoria y esperanza).
Solo la capacidad de construir historias nos pueden sacar de la tiranía
del sentirse bien ahora. Ayudame a vivir con más paz
tanto los éxitos como los fracasos.

Ayudame a integrar corazón y cabeza.
Ayudame a vivir desde la gratitud en la sociedad de la queja.
Enseñame a reconocer lo que tengo, a valorarlo y a celebrarlo.
Ayudame a comprender mis límites como algo que es importante en la vida,
en un mundo que exalta el no tenerlos,
y termina haciéndonos débiles y muy vulnerables.
En definitiva Señor quiero aprender que la vida es una sola.
Necesito reconciliarme con eso lo que implica también
aprender a elegir en ésta cultura del quizás...

Ayudame a comprender que existen límites morales:
el bien y el mal no dependen únicamente de la percepción relativa de las personas.
 Ayudame a asumir que hay límites institucionales: la perfección no existe,
desmontar el discurso utópico de los soñadores para despertar el sueño
evangélico…

Y, en medio de todo esto, que pueda ofrecer, frente a inercias, la conciencia de misión,
desmitificar y recuperar la idea de vocación –como la búsqueda del propio
lugar en el mundo- y el papel que en esto juega la capacidad de elegir y
decidir…

Quiero entenderme, religiosamente, como Hijo (amado) y hermano.
Señor, voy comprendiendo que hablar de fe es hablar sobre muchas de esas cosas,
queriendo llegar a hablar de todas.  Que pueda encarnar ésta capacidad de integrar
ambas dimensiones de la vida, Dios y el mundo, para ayudar a que las personas Te descubran
que estás cerca mi Dios, y que tú proyecto para cada uno sigue siendo un reto fascinante, que da
sentido y hace que cada vida sea plena.
Que así sea!

(Adaptación sobre un texto de Olaizola, sacerdote jesuita)

miércoles, 29 de agosto de 2012


No hay caminos en mi vida, Señor;
apenas senderos
que hoy abro y mañana desaparecen.

Yo estoy en la edad de los caminos:
caminos cruzados, caminos paralelos.

Yo vivo en encrucijada
y mi brújula, Señor,
no marca el norte.

Yo corro cansado hacia la meta
y el polvo del camino
se me agarra a cada paso,
como la oscuridad a la noche.
Yo voy a galope caminando,
y a tientas busco un rastro,
y sigo unas pisadas. Y me digo:
¿Dónde me lleva el camino?
¿Eres quien ha extendido
a lo largo de mi vida un camino?
¿Cuál es el mío?

Si Tú me lo has dado
me pertenece.

¿Dónde me lleva? Si Tú lo has trazado
quiero saber la meta.

Señor, yo busco tu camino (sólo uno),
y me fío de tu Palabra.

Dame fuerza, tesón a cada paso
para caminar contigo.

Yo busco ahora un camino, Señor.

Tú, que eres Camino,
da luz verde a mi vida
pues a abrir camino Tú me llamas.

martes, 28 de agosto de 2012



Nació el 13 de noviembre de 354 en Tagaste, pequeña ciudad de Numidia en el África romana. Su padre, llamado Patricio, era un pequeño propietario pagano cuando nació su hijo. Su madre, Santa Mónica, es puesta por la Iglesia como ejemplo de "mujer cristiana", de piedad y bondad probadas, madre abnegada y preocupada siempre por el bienestar de su familia, aún bajo las circunstancias más adversas. Mónica le enseñó a su hijo los principios básicos de la religión cristiana y al ver cómo el joven Agustín se separaba del camino del cristianismo se entregó a la oración constante en medio de un gran sufrimiento. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo "el hijo de las lágrimas de su madre".1
San Agustín estaba dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia. Se destacó en el estudio de las letras. Mostró un gran interés hacia la literatura, especialmente la griega clásica y poseía gran elocuencia. Sus primeros triunfos tuvieron como escenario Madaura y Cartago, donde se especializó en gramática y retórica. Durante sus años de estudiante en Cartago desarrolló una irresistible atracción hacia el teatro. Al mismo tiempo, gustaba en gran medida de recibir halagos y la fama, que encontró fácilmente en aquellos primeros años de su juventud. Allí mismo en Cartago se destacó por su genio retórico y sobresalió en concursos poéticos y certámenes públicos. Aunque se dejaba llevar ciegamente por las pasiones humanas y mundanas, y seguía abiertamente los impulsos de su espíritu sensual, no abandonó sus estudios, especialmente los de filosofía. El propio Agustín hace una crítica muy dura y amarga de esta etapa de su juventud en sus Confesiones.
A los diecinueve años, la lectura de Hortensius de Cicerón despertó en la mente de Agustín el espíritu de especulación y así se dedica de lleno al estudio de la filosofía. Además, será en esta época cuando el joven Agustín conocerá a una mujer con la que mantendrá una relación estable de catorce años y con la cual tendrá un hijo: Adeodato.
En su búsqueda incansable de respuesta al problema de la verdad, Agustín pasa de una escuela filosófica a otra sin que encuentre en ninguna una verdadera respuesta a sus inquietudes. Finalmente abraza el maniqueísmo creyendo que en este sistema encontraría un modelo según el cual podría orientar su vida. Varios años siguió esta doctrina y finalmente la abandonó después de hablar con el obispo maniqueo Fausto. Ante tal decepción, se convenció de la imposibilidad de llegar a alcanzar la plena verdad, y por ello se hizo escéptico.
Sumido en una gran frustración personal, decide en 383 partir para Roma, la capital del Imperio. Su madre quiso acompañarle, pero Agustín la engañó y la dejó en tierra (cf. Confesiones 5,8,15). En Roma enferma de gravedad. Tras restablecerse, y gracias a su amigo y protector Símaco, prefecto de Roma, fue nombrado "magister rhetoricae" en Mediolanum (la actual Milán)



Señor, a veces me siento pequeño, insatisfecho, incapaz.
Se me escapan los sueños y me puede la realidad cotidiana;
el día a día se me queda vacío, o no me llena tanto como querría.
No te encuentro, y tampoco a los otros. La soledad me muerde.
Miro a otras vidas, con añoranza, con nostalgia, ¿con envidia?
Y aunque sé que tengo mucho por lo que dar gracias, me siento triste.
Y quisiera gritar. Pero sospecho que es parte de la vida.
A veces quiero conseguir tanto…quiero llegar lejos, vivir mucho, sentirlo todo.
Quiero amar y ser amado con pasión. Tener días más largos.
Reír con estruendo. Conseguir metas, y seguir adelante.
También me veo peregrino, arquitecto, amigo, aventurero, amante, discípulo…
Y me siento ligero caminando en esta tierra de deseos, donde la sed se vuelve un estímulo,
donde una y mil veces lo vas dando todo, mi Señor
Y habitar a ratos en esta tierra me hace sentir vivo, y encontrar motivos para avanzar.
Luego me toca despertar. Saber que, si bien uno debo hallar la tierra de los sueños,
también he de caminar por este otro suelo de lo cotidiano y lo real,
donde no todo se siente intensamente ni todo es profundo, apasionante y espectacular.
Es este otro terreno hecho de rutinas y dinámicas familiares.
Donde hay menos aventura y más silencio, donde la entrega es callada,
donde las gentes (reales) a veces me gustan y otras me enervan –y sospecho que lo mismo dirán de mí.
Esta tierra, Señor,  donde hay horas baldías, tardes aburridas,
trabajo monótono –que a veces me parece insignificante-,
deseos insatisfechos e ilusión aterrizada.
Es esa tensión Señor, entre el sueño y la realidad, define mucho de mi vida.
Y sospecho que así está bien, y hoy la dejo en tus manos Señor.
Amén.

Adaptación de texto extraído de www.pastoralsj.org

lunes, 27 de agosto de 2012

La educación prohibida: Película completa HD 

 "La educación prohibida" pretende alentar un debate-reflexión social acerca de las bases que sostienen la escuela, promoviendo el desarrollo de una educación integral centrada en el amor, el respeto, la libertad y el aprendizaje. La película se puede descargar o ver online.Se recomienda la difusión.


Sinopsis:
La escuela ha cumplido ya más de 200 años de existencia y es aun considerada la principal forma de acceso a la educación. Hoy en día, la escuela y la educación son conceptos ampliamente discutidos en foros académicos, políticas públicas, instituciones educativas, medios de comunicación y espacios de la sociedad civil.Desde su origen, la institución escolar ha estado caracterizada por estructuras y prácticas que hoy se consideran mayormente obsoletas y anacrónicas. Decimos que no acompañan las necesidades del Siglo XXI. Su principal falencia se encuentra en un diseño que no considera la naturaleza del aprendizaje, la libertad de elección o la importancia que tienen el amor y los vínculos humanos en el desarrollo individual y colectivo.

A partir de estas reflexiones críticas han surgido, a lo largo de los años, propuestas y prácticas que pensaron y piensan la educación de una forma diferente. "La Educación Prohibida" es una película documental que propone recuperar muchas de ellas, explorar sus ideas y visibilizar aquellas experiencias que se han atrevido a cambiar las estructuras del modelo educativo de la escuela tradicional.

Más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres; un recorrido por 8 países de Iberoamérica pasando por 45 experiencias educativas no convencionales; más de 25.000 seguidores en las redes sociales antes de su estreno y un total de 704 coproductores que participaron en su financiación colectiva, convirtieron a "La Educación Prohibida" en un fenómeno único. Un proyecto totalmente independiente de una magnitud inédita, que da cuenta de la necesidad latente del crecimiento y surgimiento de nuevas formas de educación.

Si quieres que la peli esté en tu idioma podes ayudarnos a través de nuestra plataforma de traducción colaborativa, escribenos un mail a: traducciones@educacionprohibida.org

Cáritas


http://www.caritas.es/

ORACIÓN AL AMANECER

  Señor:en el silencio de este dia que nace
  venimos a pedir la paz,
  sabiduria y fuerza
  Hoy queremos mirar al mundo
  con ojos llenos de amor;ser pacientes
  comprensivos,humildes y buenos.
  Ver detrás de las apariencias a tus hijos,
  como los ves tú mismo,
  para,asi,poder apreciar
  la bondad de cada uno.
  Cierra nuetros oidos a toda murmuración;
  guarda nuestra lengua de toda maledicencia;
  que solo los pensamientos que bendigan
  permanezcan en nosotros.
  Queremos ser bienintencionados y justos;
  que todos los que se acerquen a nosotros,
  sientan tu presencia.
  Revístenos de tu bondad,Señor,
  y haz que durante este dia
  te reflejemos.Amén.


ORACIÓN AL ATARDECER

  Se acaba el dia,Señor.
  Ha habido de todo:
  momentos felices y momentos de dolor,
  aciertos y equivocaciones.
  A esta hora quiero acudir de nuevo a ti,
  para dejar en tus manos todo mi dia.
  Gracias por mis buenas obras.
  Disculpa mis errores.
  Todo lo pongo ante tu mirada de Padre.
  Sé que me amas tal y como soy.
  Sé,también,que mañana me ayudarás
  a que las cosas me salgan mejor.
  A tus manos entrego mi sueño y mi descanso,
  porque sé que nunca me dejas solo.
  Buenas noches,Señor.
  Dame,Señor,un buen descanso en la noche
  y un nuevo amanecer ilusionado
  y comprometido con tu causa.Amén.

Fuente:
 http://manel51.blogdiario.com











 Señor, quiero un mundo de paz
Un mundo que sueñe con la esperanza y la realice.
Quiero una familia que se quiera  y se perdone.
Que se reconcilie y ayude.
Quiero ver crecer a los que amo.
Quiero ser más bueno.
Disfrutar más y seguir cultivado la amistad.
Quiero amor y quiero a Dios!
Quiero que los niños lleguen a ser grandes,
sin olvidar el camino por donde han venido,
para que de vez en cuando puedan regresar.
Para que de vez en cuando el regreso
a esa magia olvidada sea todavía posible.
Solo quiero que el mundo tenga otra oportunidad.
Amén.

Padre Eduardo Casas

Neil Armstrong valoraba más haber pisado donde pisó Cristo que aquella huella sobre la Luna


 

Hombre muy religioso, fue siempre el contrapunto del soviético Yuri Gagarin y su «no veo ningún Dios aquí arriba».

Corrían los años sesenta, y en la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética era importante "ser el primero". Los rusos, con Yuri Gagarin, fueron los primeros en conseguir que un hombre completara un viaje espacial completo. Fue en 1961, y el astronauta héroe del comunismo declaró sarcásticamente para confirmar el materialismo oficial: "No veo ningún Dios aquí arriba". Murió en 1968 en un accidente de avión, sin llegar a ver la siguiente gran hazaña de la navegación extraterrestre.

El 21 de julio de 1969 el Apolo XI, con aquella histórica tripulación (Neil ArmstrongEdwin "Buzz" AldrinMichael Collins), llegó a la órbita de la luna, y cuando el módulo tocó su superficie Armstrong descendió, dejó su huella y pronunció en directo, para millones de telespectadores, aquella frase: "Un pequeño paso por un hombre, un gran paso para la Humanidad". 

Tras los pasos de Cristo
Su fallecimiento este sábado a los 82 años ha recordado sobre todo este momento, aunque también que llegó a la NASA tras un brillante historial militar que incluye 78 misiones de combate como piloto naval en Corea.

A diferencia de Gagarin, Armstrong era un hombre muy religioso y profundamente cristiano. Quizá la historia más conocida en ese sentido es la que sucedió en Jerusalén en 1988.

Neil visitó Jerusalén ese año, y le pidió a Thomas Friedman, un profesor experto en arqueología bíblica que le hizo de guía por la ciudad, que le llevase a un lugar donde pudiese tener la certeza de que había caminado Jesucristo.

El profesor, una de cuyas alumnas, Ora Shlesinger, ha relatado la historia más de una vez, llevó a Armstrong a los restos de escaleras del templo construido por Herodes el Grande que aún se conservan. "Estos peldaños constituían la principal entrada al templo", le dijo: "No hay duda de que Jesús subió por ellos".

Armstrong se concentró entonces profundamente y rezó durante un rato. Al terminar, se volvió a Friedman, y, emocionado, le dijo: "Para mí significa más haber pisado estas escaleras que haber pisado la Luna".

http://religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=24512

 http://www.jovenescatolicos.info/index.php/2011-07-27-11-33-03/noticias/751-neil-armstrong-valoraba-mas-haber-pisado-donde-piso-cristo-que-aquella-huella-sobre-la-luna
Las huellas son el rastro de nuestro paso por algún sitio concreto.
Hay huellas que se borran con el paso del tiempo o con otros fenómenos naturales, sin embargo, otras huellas perduran en el tiempo.
En la vida sucede igual, podemos dejar huella en la vida de los demás en un momento dado y ser, sencillamente, una huella momentánea que se borra rápidamente. Podemos ser huella en el corazón de los demás que no se borre nunca porque nuestro paso haya sido bueno y duradero.
Para que nuestras huellas marquen a los demás es fundamental que nuestra vida sea clara, transparente, sincera, cariñosa... de tal forma que llegue al corazón del otro limpia de propósitos intencionados o premeditados. 
Las huellas no son las que nosotros marcamos sino la que los demás guardan en su alma a nuestro paso.

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domingo, 26 de agosto de 2012

 Texto del Evangelio (Jn 6,60-69): En aquel tiempo, muchos de los que hasta entonces habían seguido a Jesús dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?». Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen». Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre». 
Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con Él. Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?». Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios».

Comentario: Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero (Viladecans, Barcelona, España)

Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna
Hoy, el Evangelio nos sitúa en Cafarnaúm, donde Jesús es seguido por muchos por haber visto sus milagros, en especial por la multiplicación espectacular de los panes. Socialmente, Jesús allí tiene el riesgo de morir de éxito, como se dice frecuentemente; incluso lo quieren nombrar rey. Es un momento clave dentro de la catequesis de Jesús. Es el momento en el que comienza a exponer con toda claridad la dimensión sobrenatural de su mensaje. Y, como que Jesús es tan buen catequista, sacerdote perfecto, el mejor obispo y papa, les deja marchar, siente pena, pero Él es fiel a su mensaje, el éxito popular no lo ciega.

Decía un gran sacerdote que, a lo largo de la historia de la Iglesia, han caído personas que parecían columnas imprescindibles: «Se volvieron atrás y ya no andaban con Él» (Jn 6,66). Tú y yo podemos caer, “pasar”, marchar, criticar, “ir a la nuestra”. Con humildad y confianza digámosle al buen Jesús que queremos serle fieles hoy, mañana y todos los días; que nos haga ver el poco sentido evangélico que tiene discutir las enseñanzas de Dios o de la Iglesia por el hecho de que “no los entiendo”: «Señor, ¿a quién iremos?» (Jn 6,68). Pidamos más sentido sobrenatural. Sólo en Jesús y dentro de su Iglesia encontramos la Palabra de vida eterna: «Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68).

Como Pedro, nosotros sabemos que Jesús nos habla con lenguaje sobrenatural, lenguaje que hay que sintonizar correctamente para entrar en su pleno sentido; en caso contrario sólo oímos ruidos incoherentes y desagradables; hay que afinar la sintonía. Como Pedro, también en nuestra vida de cristianos tenemos momentos en los que hay que renovar y manifestar que estamos en Jesús y que queremos seguir con Él. Pedro amaba a Jesucristo, por eso se quedó; los otros lo querían por el pan, por los “caramelos”, por razones políticas y lo dejan. El secreto de la fidelidad es amar, confiar. Pidamos a la Virgo fidelis que nos ayude hoy y ahora a ser fieles a la Iglesia que tenemos.


Espíritu Santo, fuente inagotable de todo lo que existe, hoy quiero darte gracias.
Gracias ante todo por la vida, porque respiro,
me muevo, siento cosas, mi cuerpo funciona, mi corazón late.
Hay vida en mí. Gracias porque a través de mi piel y mis sentidos
puedo tomar contacto con los seres que has creado.
Porque el aire roza mi piel, siento el calor y el frío,
percibo el contacto con las cosas que toco.
Gracias porque mi pequeño mundo está repleto
de pequeñas maravillas que no alcanzo a descubrir.
Gracias porque tu amor me llega cada día.
Me rodeas y me envuelves con tu luz.
Gracias porque estás conmigo en todo lo que me pasa,
para que pueda aprender algo de cada cosa que me suceda.
Gracias porque quieres transformar todo mi ser con tu vida divina.
Gracias porque cada día es una novedad,
porque siempre hay nuevos signos de tu amor,
porque siempre me invitás a algo más,
y siempre me llamás a volver a empezar.
¡Gracias Espíritu Santo!
Amén.

Víctor Manuel Fernández

sábado, 25 de agosto de 2012


El día 25 de agosto es la memoria litúrgica de San José de Calasanz, un destacado sacerdote y religioso español, prototipo de la mejor Iglesia de la Reforma Católica, también llamada Contrarreforma
Nació en Peralta de la Sal (Huesca) el 31 de julio de 1557. Su fiesta litúrgica, como acontece con la gran mayoría de los santos, se celebra en el día de su muerte -”dies natalis”-, que tuvo lugar en Roma el 25 de agosto de 1648. La Orden de los Escolapios, fundada por él en los primeros años del siglo XVII, celebró en 2007 un año especial conmemorativo al citado 450 aniversario de su nacimiento.
Pionero de la educación para todos, precursor de la pedagogía moderna, protagonista -aunque poco conocido- de la transición del renacimiento a la modernidad, defensor de los pobres y de los enfermos, un segundo santo Job son algunas de las frases y de los rasgos que definen a este aragonés afincado en Roma, que rompió moldes, que imitó y se inspiró en los mejores santos de la historia de la Iglesia -como San Francisco de Asís- y a quien el Papa Pío XII, en 1948, le declaró patrono de los escuelas de las Escuelas Cristianas.
Escrito por madre Francisca Sierra Gómez, madre general Congregación Celadoras Reinado Corazón de Jesús.

“Señor, ¿a quién iremos?" Padre Cristóbal Fones s.j.
Señor Jesús, deseo progresar y seguir aprendiendo.
Para ello, siento en mi corazón que debo comenzar
a "desaprender", renunciando a toda rutina que me estanque.
Dame la gracia de profundizar el camino recorrido,
ahondar mis motivos, mi conciencia, mi receptividad.

Que sepa desaprender modelos cerrados,
que pueda desaprender mis modelos de tensión corporal
y mental, mis modelos de ansiedad permanente o recurrente,
quiero desaprender Señor mis mecanismos de defensa,
para que permita al amor llegar a mi corazón.

Quiero desaprender Señor, los modelos de apegos,
de dependencia, los modelos verbales estereotipados,
mis maneras de relacionarme, automática, superflua...

Señor Jesús, te pido la gracia en este tiempo de mi vida
a estar disponible, abierto, receptivo.
Que sepa aprender sin atributos, sin tantos adjetivos,
buenos o malos, que me fui agregando o me añadieron,
que aprenda mi Señor, a continuar caminando
sin el condicionamiento de tantas etiquetas.

Dios de mi corazón, conviérteme en ese discípulo pobre y receptivo
despójame de todo excesivo amor propio,
para dejarme enseñar y moldear por Vos, sin ruidos de palabras.
Amén!
  
Adaptación de "Desaprendizaje" de Nicolás de Ma. Caballero, cmf

viernes, 24 de agosto de 2012

Hermana Ines de Jesús "Siervo Doliente"

"YA NO ERES PAN Y VINO". CANTO PARA LA COMUNIÓN


Canto hermoso que puede ser cantado durante la Comunión.

Titulo: Ya no eres Pan y Vino.
Autor: Jorge Luis Bohorquez.
Aqui les regalo la Letra y los Acordes!!!

Canción: Ya no eres pan y vino
Artista: Jorge Luis Bohorquez
Album:
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Sol Do Sol
Ya no eres pan y vino,
Sol Do Sol Re
ahora que eres cuerpo y sangre, vives en mí
Do Sol
de rodillas yo caigo al contemplar tu bondad,
Re
como no te voy a adorar

Mientras te pierdes en mis labios,
tu gracia va inundando todo mi corazón
por esa paz que me llena de alegría mi ser
como no te voy a adorar

Coro:
Sol Re
Señor Jesús, mi salvador,
Mim Do Sol
amor eterno, amor divino
Do Sol Re Sol
ya no falta nada, lo tengo todo, te tengo a tí (bis)

Dueño y Rey del universo
como puede ser posible que busques mi amor
Tú tan grande y yo pequeño y te fijas en mi
como no te voy a adorar

De rodillas yo te pido
que el día cuando tu me llames sea como hoy
para mirarte a los ojos y poderte decir
que como no te voy a adorar

(Coro)

"GRACIAS SEÑOR" Gaby, Mariola and Company

Manualidades

  Tarjeta Virgen María plegada

 

Breve historia de Santa Mónica

http://elrincondelasmelli.blogspot.com.es/

























 Atrévete a alzar los ojos al cielo y descubrirás la grandeza del inmenso universo.
Cuando miramos a lo alto a veces la intensa luz nos hace daño, necesitamos oscurecer nuestra retina porque no soportamos tanta claridad.
En el azul del cielo encontramos los límites de nuestra humanidad pues nos damos cuenta de lo diminutos de somos ante la grandeza de la estratosfera.
Mirar hacia el cielo es necesario pues nos ayuda a descubrir aquello que amamos, nos pone ante las cuerdas de nuestra pobreza y a la vez de nuestra grandeza pues en el firmamento se dibuja nuestra vida sin apenas darnos cuenta.
Con frecuencia ubicamos a Dios en el cielo, a nuestros seres queridos junto a Él... esto es porque en el cielo convergen nuestros ideales, sueños, y se pone de manifiesto nuestra fe...
Por eso, no temas mirar a lo alto... escucha a tu corazón mientras lo contemplas y regala un abrazo de ternura a la cada nube que pase por tu mirada.

Encar_AM

SAN BARTOLOMÉ, apóstol
EVANGELIO: Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice:
- «Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó:
- «¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó:
- «Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
- «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
- «¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
- «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió: 
- «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
- «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
- «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

CLAVES para la VIDA
- La invitación, aquí y ahora, se hace directa y personal: el relato de Felipe y Natanael se convierten en modelo de discipulado y de seguimiento. Pero aquí no valen las teorías ni los conocimientos. Así, Felipe le propone a su amigo el “ven y lo verás” (v. 46) que es lo que puede cambiar todo, incluso superar las dudas y resistencias. Sólo el ENCUENTRO PERSONAL con el Maestro tiene fuerza para transformar.
- Así se inicia, en aquellos primeros seguidores de Jesús, el PROCESO de fe: desde la ACOGIDA personal, poco a poco irán caminando hasta la confesión profunda y total. “Tú eres el Hijo de Dios” (v. 49) será un paso profundamente significativo y que les llevará a dejar lo que haga falta. Y en ese proceso, tampoco falta la MEDIACIÓN: “Ven y lo verás” (v. 46): no quiere explicar nada; quiere que se encuentre personalmente con aquél que ha cambiado su propia vida y existencia.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La vida se teje en el encuentro con otros. Las personas que 
nos vamos encontrando en nuestro camino van creando 
un precioso y sólido telar que nos sostiene. Equilibrio y
 referencia. Un lugar donde poder dejarnos caer. Una red 
de protección llena de afecto, comprensión y mucha 
ternura que a ratos se nos olvida que la tenemos. 
También a raticos olvidamos que lo somos para otros.

jueves, 23 de agosto de 2012

Fichas para colorear


Jesús entra a Jerusalén (Domingo de Ramos)
La última cena (Jueves Santo)
La Coronación de Espinas (Viernes Santo)
Jesús muere en la cruz  (Viernes Santo)
Fuente:
 http://familiacatolica-org.blogspot.com.es/

Dibujos para colorear

Varias parábolas (11)
Dibujos para colorear de diversas parábolas, la moneda perdida, del banquete de bodas, del siervo despiadado, etc
Parábola del buen samaritano (30)
Dibujos para colorear de la Parábola del buen samaritano
Parábola del Hijo pródigo (11)
Dibujos para colorear de la parábola del hijo pródigo.
Parábola de los Talentos (3)
Dibujos para colorear de la parábola de los talentos.
Parábola del sembrador (2)
Dibujos para colorear de la parábola del sembrador
Parábola del Siervo Cruel (7)
Dibujos para colorear del siervo cruel

Fuente:
http://religioncigales.blogspot.com.es/

La Sábana Santa

Enlaces interesantes: 

http://www.quierosersanto.com/web/curiosidades/sabanasanta.html 

http://www.sabanasanta.org/


La casa del Padre



 

(Escuchar aquí)

A propósito del aniversario 50 del Concilio Vaticano II, que quiso abrir las ventanas de la Iglesia para que entrara aire fresco a la comunidad del Padre...

Alentemos juntos el corazón para seguir abriendo puertas al amor, para colaborar con Jesús en la formación de un mundo nuevo donde habite la justicia, un mundo más libre y más feliz; inclusivo y abierto, sin miedo a la diversidad; una comunidad de sueños grandes y de acogida auténtica.

¡Se abrió la casa del Padre!
Vamos de fiesta, ancha es la puerta;
el que está lejos no tarde.

Los que llegaron primero,
igual que Cristo el Maestro,
alegres quieren servir
a los llegados postreros.

Se compartirá en la fiesta
gozo y verdad con vino y pan.
Cantemos, la fiesta es nuestra.

En esta fiesta del Padre
no hay gente más importante.
El que busca lucimiento
quizás se quede sin parte.

Aquí en la fiesta del Padre
nadie tendrá más dignidad;
somos hermanos iguales.

Si estamos sucios de polvo,
heridos de vicio y odio,
en esta fiesta de hermanos
el amor lo sana todo.

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La casa del Padre es una canción del Conjunto Los Perales, con letra del P. Esteban Gumucio, SSCC y música de Andrés Opazo. Se encuentra en el disco "La casa del Padre" (2005), que reúne algunas canciones antiguas compuestas en los años 60 junto a otras de composición reciente. Puedes bajar la letra y los acordes aquí (La casa del Padre).

Fuente:
 http://cantandonuestraesperanza.blogspot.com.es/